Eva Pérez / publicidadentremes@gmail.com
La demolición del Monumento Chino, realizado durante el fin de semana, ha generado una ola de reacciones en los ámbitos político, social y cultural, provocando un intenso debate sobre el respeto al patrimonio y la diversidad cultural en el país.
Representantes de la Comunidad China manifestaron su rechazo a la demolición, señalando que no se habría realizado una consulta previa ni un proceso de diálogo con las comunidades involucradas. “No se trata solo de una estructura, sino de un símbolo cultural que merece respeto”.
En tanto, el Gobierno Nacional pronunció su rechazo; al tiempo que ordenó la restauración inmediata en el mismo lugar del monumento que rendía homenaje a la presencia china en Panamá, ubicado en el mirador del puente de las Américas.
La entidad aclaró que no comparten la destrucción de un elemento cultural ancestral, que representa a una comunidad con 171 años de presencia histórica en el país, ni el procedimiento en que se ejecutó la acción, durante horas nocturnas, sin diálogo previo, sin aviso y sin comunicación con los sectores involucrados.
Han solicitado explicaciones formales a las autoridades municipales y han pedido que se investigue si el procedimiento cumplió con las normativas vigentes.
Una de estas reacciones también fue la del ministro de Asuntos del Canal, José Ramón Icaza, quien expresó que “comparto plenamente el mensaje del Presidente. Nadie tumba un monumento un sábado a las 9 de la noche —en plena nocturnidad, propio de actos delincuenciales— si no es para cometer un acto aberrante e irracional.
Por su parte, el excandidato presidencial, Ricardo Lombana, señaló que intentar desaparecer un capítulo de la historia panameña bajo la sombra de la noche y con maquinaria pesada es un acto “lamentable”.
Otra de las reacciones fue la del defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, quien manifestó que, como panameño y descendiente de una familia que participó en la construcción del canal de Panamá, solicitó que, por transparencia, la ciudadanía reciba una rendición de cuentas completa sobre la demolición del monumento en el mirador del puente de las Américas.
Pese a ello, el Municipio de Arraiján emitió un comunicado donde asegura que no existió intención de generar conflicto y que serán los encargados de la renovación del mirador, así como de impulsar su promoción turística con un enfoque panameño y multicultural, destacando que Arraiján representa “la puerta del oeste”.
La polémica ha tenido amplia repercusión en redes sociales, donde ciudadanos han expresado opiniones divididas. Mientras unos respaldan la modernización urbana, otros defienden la preservación de los símbolos culturales como parte fundamental de la identidad nacional.




