Eva Pérez | publicidadentremes@gmail.com
En los cementerios municipales de Panamá Oeste, el índice de morosidad por concepto de arrendamiento de bóvedas, osarios y terrenos para sepulturas ha alcanzado niveles preocupantes.
En el distrito de La Chorrera, la deuda acumulada por falta de pago en los cementerios municipales ya supera los $550,000. Las autoridades han advertido que, si los familiares no se ponen al día antes del 31 de diciembre de 2025, podrían iniciar procesos de exhumación y traslado de restos a osarios comunes.
En Arraiján la situación es aún más crítica, se ha declarado en estado de saturación seis cementerios municipales del distrito, ubicados en los corregimientos de Arraiján, Burunga, Vista Alegre, Juan Demóstenes Arosemena, Nuevo Emperador y Veracruz.
La preocupación ha llevado a las autoridades a implementar un Acuerdo Municipal N.° 39 del 2 de septiembre de 2025, donde establece un periodo especial de 120 días calendario para que los responsables de bóvedas y sepulturas en los cementerios municipales regularicen el pago de los tributos adeudados por arrendamiento de espacios.
En ese misma línea se encuentra el distrito de San Carlos, quienes han advertido a los familiares de bóvedas y sepulturas con más de un año de morosidad que tienen un plazo de 60 días para ponerse al día en la Tesorería Municipal. al tiempo que si no se regulariza la situación, se procederá a la exhumación de los restos y su traslado a la fosa común, siguiendo las normas del MINSA.
La morosidad en los cementerios de Panamá Oeste refleja no solo una crisis económica que afecta a miles de familias, sino también un cambio en las prioridades y responsabilidades frente a la muerte. Lo que antes era considerado un deber moral y familiar, hoy parece diluirse entre la falta de recursos, el olvido y la desconexión emocional.